Hay sueños que sólo se cumplen a través de otra persona... y tú eres mi persona

viernes, 26 de agosto de 2016

¿Casualidad o destino?

Es curioso;
mi corazón ha pasado por 100.000 taquicardias,
unos cuantos hospitales,
una operación complicada de 11h,
unos cuántos cirujanos,
un holter...
Y al final,
donde más fuerte se encuentra,
es
en tus manos.

El secreto de una mirada

Ella me miraba...
Y yo no podía evitar quedarme ahí, mirándole fijamente.
Ella me miraba...
Y al igual que los policías piden a los presos las manos en alto,
puse yo el corazón.
No fuera a ser que me atravesase el alma con semejante mirada y después tener que hacerme responsable de mis actos.
Ahora me sigue mirando, pero de distinta forma;
me mira como queriéndome decir que su corazón ahora es mío,
y me ruega que lo cuide.
Yo también le sigo mirando, también de distinta forma;
le miro como queriéndole responder que su corazón es la cosa más bonita que ha estado nunca en mis manos.
Y que el mío,
ahora ya no es tan mío.
Decidle que lo cuide.
(Aunque se que no ha podido caer en mejores manos).

viernes, 8 de abril de 2016

La historia del pececillo.

Tengo a un pájaro habitando en mi pecho,
a unas cuántas mariposas
y a un pez maltrecho.

Todos con un único sueño; ser libre.
Lo que el pájaro y las mariposas no saben, es que el pececillo tiene la llave de lo más parecido a la libertad;
un trocito de su corazón...

en el mío.

P.D.: Te quiero a rabiar, pececillo.

viernes, 19 de febrero de 2016

Algo así como...

Una vez miré unos ojos y supe que no quería dejar de mirarlos. Fue así como un pequeño abismo del que no quería salir... 

Podría decir que ya había estado enamorada, pero mentiría.
Porque qué es el amor sino la duda del amor anterior. O cuando me quedo despierta yo, por verte dormir a ti...
Ese, ese es justo mi insomnio, tu paz.
Le temo a tu paz, temo que un día llegues a estar tan en paz contigo misma que no necesites de mi guerra. Aunque le he encontrado un remedio,
voy a proponerte una cosa;
Si estás en guerra te propongo sexo. Si por el contrario estás en paz, hagamos el amor.
Y te aseguro, por lo que más quiero te aseguro, que tú eres mi paz y mi guerra a la vez. Eres capaz de cambiarme el ánimo con solo rozarme...
Y es justo en ese momento cuando empieza mi paz.
De mi guerra... mejor no hablemos, no la entenderías, todo el mundo pensaría que estoy loca.
Y sí, lo estoy.
Lo estoy por volar tocando el suelo, 
por besarte en sueños 
y por mirarte con los ojos cerrados.
Volvamos a la paz... Es curioso, mirar el mar me recuerda a ti -quizá porque lo encuentro nostálgico-, y por muchas vueltas que le doy no se me ocurre otra cosa que porque el mar es calma, calma y tempestad. Y tú, amor, creas todo eso en mi.
Tengo un corazón que en vez de bombear sangre dispara letras. Y qué rabia, yo no se soltarlas si no es pensando en ti. Ahora lo entiendo, poesía no es esto.
Poesía es mirarte y saber lo que piensas, que te brillen los ojos al mirarme.
Es un instante, cada segundo a tu lado es poesía, mi amor.

Puede que por eso no sepa soltar lo que dispara mi corazón... 

Porque no estás tú para recordarme que has venido...

para quedarte. 

martes, 12 de enero de 2016

Enamorarse: en pasado y futuro.

Me enamoré de ti sin quererlo, sin buscarlo.
Quizá cómplice de una mirada, de unos cuantos abrazos o de doce "te quiero's".
Me enamoré de tus rizos, de tus ojos claros al sol, y de todas tus tonterías.

De todas, que por cada una de ellas llevo guardado un beso... y llevan todos tu nombre.
Me enamoré de ti escuchando a Mónica Gae, escuchando Funambulista y admirando a Andrés Suárez.
Me enamoré de tu forma de enamorarte de mi, de una fecha y de tus labios.

De la inocencia y de tu forma de hacerme esperar.
Me enamoré de mi diciendo que te amaba, me enamoré de una noche, de un momento, de varios suspiros y de algún que otro arañazo.
Me enamoraré de ti haciendo el amor, teniendo algún que otro orgasmo y corriéndonos en poesía.

Me enamoraré de ti todos y cada uno de los días: cada doce de cada mes. Cada catorce de febrero en París.
Estoy enamorada de la vida desde que tú, desde que yo, desde que lo nuestro...